17 Jun, 2019

Un mapa del tesoro oculto en ti: el árbol genealógico

por imohe en Notas de Autor

Realizar el árbol genealógico es como cartografiar una parte de nuestra historia oculta que enriquece nuestro presente y aporta luz a nuestra vida.

¿Recuerdas cuándo de pequeño o pequeña escuchabas las anécdotas narradas por tus abuelos?. Seguramente lo hacías con premura para rápidamente salir a jugar.

Hoy sabemos que el inconsciente familiar que heredamos de nuestros ancestros nos puede dar mucha felicidad, pero también nos la puede arrebatar, condicionando y supeditando nuestra vida a la fidelidad y mandato al clan. Para la vida y la supervivencia la manifestación de la información es vital. Nudos, secretos, historias silenciadas y ocultas, pulsarán por salir a través de nuestro inconsciente familiar.

Existen diferentes aspectos a tener en cuenta una vez realizamos nuestro árbol genealógico. Vamos a ver alguno de ellos.

El más conocido es el DOBLE. “Heredaremos” la afinidad en nuestra vida por las situaciones no cerradas, no expresadas y encriptadas en el árbol .  Para ver en nuestro árbol esta afinidad, deberás tener en cuenta a todos los ancestros que tengan nuestro nombre o nuestra profesión, o incluso se pueden ver afinidades por la fecha de nacimiento, defunción o concepción.

Pongamos por ejemplo que mi cumpleaño  es el 15 de febrero. Para descubrir mis dobles tengo que coger una hoja y hacer tres columnas y cuatro finales. En cada casilla voy a poner los meses del año, como si de un calendario se tratara. Por lo tanto, la columna de febrero corresponderá también a mayo, agosto y noviembre. En estos meses estarán mis dobles. Pero ahora tengo que hacer el rango de afinidad que se abrirá 10 días antes de mi fecha de nacimiento y 10 días después. Es decir, desde el 05 al 25 de cada mes. Imaginemos que mi abuela nació el 10 de noviembre. Si existen fechas que se repiten en mi árbol, puede significar que la historia de esa persona en cuestión será significativa para mí. Si se trata de una historia positiva, la podré codificar como suerte y fortuna; pero si vivió una vida triste y dura, mi vida se podría llenar de dramatismos inconscientes que pulsarán por salir para resolver, soltar y limpiar el árbol.

 

También existen los MAESTROS, son aquellos antepasados que nos harán repetir inconscientemente sus éxitos o sus fracasos y de los que deberemos aprender. Heredaremos su manera de vivir. Aprenderemos de ellos lo que debemos repetir o no repetir para nuestro bien.

 

Otra fuerza inconsciente son los SANADORES, aquellas personas que dedican sus vidas a profesiones como cuidadores, terapeutas, profesionales de la salud, etc. que no quieren tener hijos y que habitualmente, no se casan. Su misión es limpiar la toxicidad de algún suceso traumático del árbol, abortar su continuidad y así evitar repeticiones.

 

El INCESTO SIMBÓLICO es otra figura, cuando alguien del árbol se empareja inconscientemente con un hijo o hija. Por ejemplo, un matrimonio tiene muchas peleas y la mujer no se siente atendida emocionalmente por tu pareja. Al concebir un hijo o hija, esta mujer atará inconscientemente a su bebé para que llene sus carencias. La cuestión es que este hijo o hija, podría tener problemas de pareja, sexuales o de descendencia, porque para su inconsciente sigue atado a su madre.

Y por último hablaré de los FANTASMAS. Podemos llevar el fantasma horizontal de un hermano/a fallecidos, si al poco tiempo nacemos; o un fantasma vertical, si nos conciben el día de fallecimiento de algún antepasado. Eso significa que “cargamos a un muerto”. Nuestra vida nos parece dura, nos sentimos tristes, sentimos que no valemos, que no existimos o nos sentimos muy atados a  temas que tengan que ver con la muerte.

 

Estas son algunas cuestiones que podemos observar a la hora de realizar nuestro árbol genealógico y que después podemos trabajar, para liberarnos de estas fuerzas psíquicas inconscientes y poder disfrutar de una vida plena con total libertad.

 

No lo dudes: empieza a hacer tu árbol y a trabajar con él. ¡Es tu mapa del tesoro!

 

Noelia Bonifacio

Unidad de psicosomática imohe