El coronavirus 2019-nCOV –perdonen que sea tan directa en la introducción del protagonista- produce una inflamación pulmonar con insuficiencia respiratoria, que es lo que pone en peligro la vida de las personas y acaba con la de las ancianas y ancianos más frágiles. Si no fuera por este hecho , el COV-19 sería una epidemia más, con sus más y sus menos, pero no tan preocupante como lo es ahora.
¿Porqué la mortalidad es principalmente en los mayores y más débiles? Aquí se materializa la eterna discusión entre dos científicos y amigos del siglo XIX: Louis Pasteur y Claude Bernard: ¿Es el microbio –en este caso el virus- o es el terreno ?. Pasteur fue un prestigioso microbiólogo del siglo XIX, que propuso la teoría de los gérmenes, según la cual las enfermedades eran producidas por los gérmenes que invadían y alteraban nuestro organismo. Esta es la base que fundamentó el desarrollo de las vacunas para prevenir infecciones, y de los fármacos (antibióticos, antivirales) para tratarlas, tal y como conocemos en la actualidad. Bernard, su amigo, era fisiólogo (estudioso del funcionamiento del cuerpo y sus órganos); el definió el concepto de equilibrio del terreno o medio interno, haciendo referencia a que un buen funcionamiento del organismo era el que evitaba que los millones de gérmenes habitantes en nuestro cuerpo nos atacaran. Esto solo se producía cuando nuestro medio interno se debilitaba.
No fue hasta el lecho de muerte que Pasteur le reconoció a Bernard con la famosa frase: “el terreno lo es todo, el microbio no es nada”.
Sin embargo, en nuestros días podemos afirmar que la eterna discusión sigue viva, siendo la corriente médico-farmacéutica la heredera de Pasteur y la medicina holística la heredera de Bernard.
Yo soy una mujer de escala de grises siempre que puedo, aunque esta claro para mí que la mejor manera de ponérselo difícil a un gérmen es fortaleciendo mi terreno -“mi salud”-, y la mejor manera de contribuir a la curación una vez contraemos una infección y precisamos de antibióticos o antivíricos es seguir apoyando a nuestro organismo.
Lamentablemente, para la infección del Coronavirus no existe de momento antídoto. Aún así, la medicina convencional apoya al cuerpo de las personas enfermas en sus funciones básicas para que no colapse mientras lucha contra el virus: antiinflamatorios, broncodilatadores, antipiréticos, incluso fármacos via endovenosa para sostener las funciones que mantienen la vida: tensión arterial, temperatura, frecuencia respiratoria, equilibrio ácido base…
Los “Bernard”, ¿podemos ayudar en tales circunstancias?: Mientras me hago esta pregunta y rastreo por internet, encuentro esta información interesante: La agencia americana de ensayos clínicos, ClinicalTrials.gov, está llevando a cabo un estudio de investigación con vitamina C a dosis altas por via endovenosa en personas con pulmonía severa debido al coronavirus 2019-nCOV. Su intención es ver si con ello mejora la evolución de estas personas en estado crítico. Se basan en el conocimiento de la capacidad de la vitamina C para reducir la respuesta inflamatoria, prevenir catarros y acortar su evolució. Además se conoce que el déficit de vitamina C aumenta el riesgo y severidad de los estados gripales. Y sobretodo, la vitamina C tambien es capaz de reducir el riesgo de inflamación pulmonar en el curso de infecciones severas.
Mientras sigo leyendo a la busca y captura de otros remedios naturales estudiados con rigor, voy limpiando el miedo de mis células con el jabón de la confianza –eso sí- e intento segregar el menos cortisol posible ante las noticias que me llegan (el cortisol disminuye las defensas). Me tomo un par de gramos de vitamina C, por si las moscas, y me propongo aprender más acerca de la medicina del terreno, y de la del gérmen también.
Fuente: Vitamin C infusión for the treatment of severe 2019-nCov infected pneumonia: a prospective Randomized Clinical Trial Clinical Trials.gov. Feb 2020 NIH.NLM
Posted: Natàlia Eres. www.imohe.es